La palabra testificar, comúnmente nos lleva a imaginarnos estar ante los tribunales siendo testigos de un acontecimiento que nos toco vivir y defender con argumentos sólidos y coherentes nuestra posición ante un juez.
Ahora como testigos de nuestra propia salvación, de lo que Cristo hizo en la cruz por nosotros, seria comúnmente lógico el compartir el testimonio de salvación a otras personas, entonces porque callamos ante tan grande milagro, a continuación se enumeran 5 puntos por lo que el compartir las Buenas Nuevas (EVANGELIO) es la tarea primordial de cada cristiano y el punto medular de crecimiento de nuestro caminar con Cristo.
1.- En primer lugar el testificar no es una opción, sino un mandamiento.
“La gran comisión” que se encuentra en el evangelio de Mateo 28:19 es responsabilidad de cada hombre y mujer que profesa su fe en Cristo, además de que es un mandamiento que estableció Jesucristo no solo a sus 11 discípulos, sino a todo aquel que reconociera a Jesucristo como su Señor y Salvador. Juan 14:21.
2.-El mundo esta perdido sin Cristo.
Hechos 4:12/ Juan 14:6
La reacción lógica ante el sacrificio de Cristo y nuestra vida nueva en él, es el compartir las buenas nuevas a todos, además que tenemos en cuenta que todo ser humano que no reconoce su situación pecaminosa sin Dios esta perdido. Muchas veces al no reconocer que nuestra situación era la misma antes de conocer de Cristo nos hace tomar actitudes incorrectas de las personas que no han escuchado el evangelio, catalogándolos en la lista negra de quien no merece la salvación y de quien si es apto para tenerla, entre otras excusas comunes como: “No estoy preparado para testificar”; “¿Que dirán de mi?” “Temo ser rechazado· “Esa persona es un asesino no merece la salvación” “Todavía no creo que sea tiempo de esta persona sea salva”, etc.
Jesucristo dice “alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega” Juan 4:35 es decir; la cosecha esta lista; se cree que entre el 25% y 50% de los no creyentes están listos para recibir a Cristo.
3.- Por gratitud y amor al sacrificio de Cristo.
La gratitud es una actitud que debe mostrarse externamente, y la mejor manera es testificando lo que Dios hizo por nosotros por medio de Jesucristo y nos colma de ricos beneficios, tanto espirituales, como materiales. Sal. 68:19. ; Además que:
LA GRATITUD A DIOS ES ORDENADA EN LA BIBLIA.
A. Es la voluntad de Dios. 1 Ts. 5:18.
B. Es una exhortación divina. 1 Ti. 2:1.
Hay muchas maneras de agradecer a Dios, pero la más sublime es por medio de nuestro servicio a Dios. Hebreos 12:28.
4.-Tenemos el poder del Espíritu Santo.
A través de nuestras vidas se manifiesta el poder del Espíritu Santo. El Señor Jesús prometió sus recursos sobrenaturales a todo aquel que se una a él en el cumplimiento de la Gran Comisión; podemos constatar ese mismo Poder de la Resurrección a través del Poder del precioso Espíritu Santo.
Hechos 1:8
5.- La Gran Comisión fue el centro mismo del ministerio de Jesús en esta tierra.
Lc. 5:1-11, en este pasaje vemos como Jesús instaura la importancia de las buenas nuevas dándole por así decirlo la autoridad a cada cristiano de ir por los perdidos y hace una analogía de los peces adquiridos en las redes de los pescadores con las personas que evangelizan y traen almas al Reino de Dios. También podemos ver otros pasajes de la escritura donde vemos a Jesucristo dando a conocer el Reino de Dios como la mujer samaritana Juan 4:7-41; además se constata en Isaías 60:1 cual seria el ministerio de Cristo: “El Espíritu de Jehová el Señor esta sobre mi, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos…”